La Tristeza del Hombre

El hombre estaba sentado solo, empapado hasta los huesos en tristeza, y todos los animales se le acercaron y le dijeron:
- No nos gusta verte tan triste. Piensa lo que quieras y lo tendrás.
El hombre dijo:
- Quiero tener buena vista.
El búho respondió:
- Tendrás la mía.
El hombre dijo:
- Quiero ser fuerte.
El jaguar dijo:
- Serás tan fuerte como yo.
Luego el hombre dijo:
- Anhelo saber los secretos de la tierra.
La serpiente respondió:
- Yo te los enseñaré.
Y así fue con todos los animales. Y, cuando el hombre tenía todos los obsequios que podían dar, se marchó. Y el búho les dijo a los otros animales:
- Ahora el hombre sabe mucho y puede hacer muchas cosas. De pronto, siento miedo.
El ciervo dijo:
- Ya tiene todo lo que necesita. Ahora su tristeza acabará.
Pero el búho respondió:
- No. Vi un agujero en el hombre, profundo como un hambre que jamás saciará. Es lo que lo hace triste y lo que hace que siempre quiera más. Seguirá teniendo y tomando hasta que un día el mundo dirá: "Ya no existo más y no me queda nada que dar".

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